Había una vez un piojito llorón que vivía en la cabeza de una niña. Esa niña también era llorona, así que los dos se parecían un montón.
A la niña porque le decían que era fea y al piojito pues para seguirle el rollo, pero como lloraba casi siempre, pues se aconstumbró y todos los días llorando y llorando, no podía parar, porque no quería parar, entonces cuando sus amigos le decían quieres salir a la calle, el lloraba, cuando dormía, también lloraba, así que fue a desahogarse con su madre y le decía:
- Mamá, estoy aquí para poder desahogarme de mis penas - dijo el piojo -.
- Pues bueno hijo dime lo que te ocurre - dijo su madre -.
- Bueno mamá ya se que va a sonar raro, pero allá voy:
mellamanfeaenelcolegioyporesolloro - dijo el piojo -.
- Hijo habla más despacio, que o si no, no te puedo entender - dijo su madre -.
- Pues vale, me llaman fea en el colegio y por eso lloro - dijo el piojo -.
- Pero hijo, si tu eres un chico, no sera feo - dijo su madre -.
- Mamá, me estas ayudando o me estas echando en cara que soy feo - dijo el piojo-.
- Te estoy ayudando - dijo su madre -.
-Bueno, me voy mamá- dijo el piojito -.
- Adiós cariño - dijo su madre-.
Cuando se fue el piojito de la casa de su madre, se fue a una cafeteria a tomarse un helado, pero escuchó a la niña llorar y entonces empezó a llorar él también.
Asi mañana y noche, hasta que un vecino le hizo una reclamación y ponia lo siguiente:
Piojón Pionjo Piojin, con domicilio en Ciudad Piojo, Nº 3245, formula la siguiente reclamación:
Ayer por la noche no pude dormir nada, me tuve que poner la tele para no oir el lloriqueó del piojo llorón, no lo aguanto, no lo soporto, ni lo puedo ver, porque al verlo me vuelvo viejo.
Otros días lloraba, pero es que ayer ande que te ande, no paraba y se me puso la cara arrugada, me tuve que ir a echarme una crema de mi mujer, esas de ancianas, pues bueno, asi toda la noche.
Espero que la próxima vez lo lleven a un hospital y de esa forma se callara de una vez.
El 14 de Enerpiojo 2.013
El piojito tenia un armario llenó de esas reclamaciones, y pensó, que al día siguiente iba a hacer una reunión en la que hablaria porque lloraba tanto, y asi les ayudarian.
Pero asi no fue, nadie se hacerco a el y él pobre cogió una gitarra la enchufó y cantó una cancion que le salia del corazón, y se trataba asi:
Chicos y chicas, estoy aqui para que me ayudeis
a que no llorique como la niña que llora cada dos por tres
no es mi culpar darles la reclamaciones a la niña llorona
por favor perdonarme, yo no se lo que hago día y
noche.
No era una canción preciosa, pero los piojos de la ciudad se hacercaron a él y le dijo si le podian ayudar a que la cria parase de llorar, los piojos de la ciudad se rieron de él, pero dijo que si le ayudaban ya no lloraría por las noches, ni por las mañanas.
Los piojos no se lo creyeron y tuvo que insistir varias veces, hasta que pensó:
- Quien me ayude, le dale un trozo de mi terreno, pero el que no, que no se le venga por la cabeza venir a mi casa y decirme que si le doy un trozo de mi terreno, porque de una patada lo mandaria a la Lumpiojo, asi que quedaros con las palabras que os acabo de decir - dijo el piojo -.
De repente se escucho una voz de un piojo al final del todo y dijo:
- Yo te ayudare, y desde ahora te llamaremos el piojo miedica (le llamaban el piojo miedica por que le daba miedo las alturas y muchas cosas más). - dijo un piojo -.
- Yo también te ayudare - dijo una pioja -.
Asi millones de piojos. Al día siguiente los piojos se pusieron manos a la obra y planearon que cada día que la niña no llorase una muñeca de regalo. Asi todos los días, de esa forma el piojo no lloraria más.
FIN
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